La mentalidad protectora de los holandeses para quienes se desplazan en caravana y bicicleta facilita unas vacaciones muy agradables. Hay muchas rutas aptas para este tipo de transportes (en las oficinas de turismo de Amsterdam venden mapas de todas ellas), pero una muy aconsejable de una semana de duración es la que rodea el Ijselmeer, el mar interior de Holanda, entre polders y pueblecitos marineros sacados de una postal. Para evitar el tráfico y la congestión de Amsterdam conviene salir de allí en coche y empezar a pedalear en Hoorn, uno de los pueblos costeros más bellos de Holanda.